Comer bien es vital, ya no solo en el fútbol sino en el día a día de cualquier persona. De todas formas, uno de los factores más importantes para que una plantilla entera salga adelante es su alimentación. Junto con el entrenamiento, una dieta suficiente, equilibrada y adaptada son el componente fundamental para gozar de un rendimiento óptimo y no sufrir tanta fatiga por exceso de partidos.
En su día a día, un futbolista es analizado por su dietista y nutricionista, datos como su peso, talla o la posición que ocupan en el campo son determinantes para la misma. Una dieta óptima debe aportar entre 5-12 gramos de carbohidratos por kg de peso corporal y entre 1,4-1,6 gramos de proteína por kg de peso corporal. Estas cantidades se consumen en 5 o 6 comidas al día.
La dieta de un jugador no difiere tanto de la de una persona normal, solo necesita más carbohidratos y líquidos, además de una mayor cantidad de proteínas. El problema de la sociedad es que normalmente no llevan una buena alimentación de ahí a que los deportistas lleven una alimentación diferente.
El desayuno es el momento en el que el jugador empieza a recargar energías, bien sea para un día duro de entrenamiento o un partido oficial. Nunca falta una buena dosis de carbohidratos en forma de cereales, a esto se le añade café, leche y una dosis de vitaminas y minerales a base de frutas.
Durante el entrenamiento nunca debe faltar agua y bebidas isotónicas para evitar la deshidratación y los calambres asociados a ella. Una vez este se ha terminado, es necesario recuperar con algo de comida todos los tejidos que han sido perjudicados durante el entrenamiento. Los jugadores tendrán que rellenar sus depósitos de glucógeno en sus casas y en el vestuario. Antes de irse a casa suelen tomar algunos batidos con alta carga en carbohidratos y una buena cantidad de proteínas.
Normalmente el futbolista suele comer en casa. Primero se toma una ración con carbohidratos y de segundo unas proteínas con guarnición para finalizar con un postre. El menú es muy común. Se puede tomar arroz, pasta, legumbres, patatas, carne margra, huevo, pescado y esas cosas que debería comer cualquier persona.
Después de descansar el futbolista se toma una merienda a base de frutas, leche, yogur, frutos secos y bocadillo. Es el momento de reponer fuerzas con una merienda sana, normalmente por la tarde el futbolista no suele entrenar y se queda en casa a descansar.
Para cerrar el día, la cena debe aportar carbohidratos pero en cantidades más pequeñas que en la comida. Es un buen momento para dar a nuestro cuerpo todos los minerales y vitaminas que han podido faltar a lo largo del día. En esta última ingesta se suelen consumir verduras, hortalizas, frutas y lácteos.
¿Creías que la dieta de los futbolistas era muy diferente a la tuya? Como deportista profesional, veo que los planes de dieta son similares en la mayoría de los deportes que no se rigen por un peso, lo importante es saciar el cuerpo sin alimentarse a base de alimentos que no aportan ningún valor nutricional.
Imagen: Anieto2k